ASÍ SON LAS HERMANAS DE LA PIZZA
En cada una de nuestras elaboraciones nos declaramos un poco más amantes de la pizza. Nos encantan todas, siempre que sean elaboradas con la materia prima de mejor calidad. Es así que nuestros productos están elaborados con una masa denominada Choli, cuya receta data de 1989 y está elaborada con harina de “Muíño da Cuíña” en un horno con base de piedra con capacidad para doce pizzas. Hoy venimos a hablar de los orígenes de la pizza y a marcar líneas rojas con elaboraciones similares a esta. A continuación, te explicamos la diferencia con sus hermanas: el calzone y la focaccia.
Aunque los orígenes de la pizza están ligados al consumo del pan a lo largo de toda la historia de la humanidad, la concepción moderna de este plato llega a manos de la cocina italiana. La creación se le atribuye a Raffaele Espósito, un pizzero local de Nápoles que elaboró una pizza a los reyes italianos con los colores de la bandera del país: el verde de la albahaca, el blanco del queso mozzarella y el rojo de los tomates. Así fue como nació la pizza margarita y se extendió rápidamente por toda Italia, convirtiéndose en un símbolo gastronómico.
También arraigada en la cultura gastronómica de nuestro país vecino se encuentra el calzone. Muchos lo definen, por error o por acierto, como una pizza sellada a la mitad. Sea como fuere, suelen coincidir en la misma masa, en muchos ingredientes, así como en los métodos de elaboración, pero hay algunas ligeras diferencias. En primer lugar, la forma, puesto que está cerrada a la mitad, el calzone tiene aspecto de media luna, como una empanadilla gigante. Precisamente que esté sellada nos hace hablar de la segunda gran diferencia. Su relleno no se tuesta, como sucede con la pizza, sino que su sellado hace que el interior se cueza en su propio jugo. Y, aunque generalmente se usa el horno para cocinarla, también es típico freírla en aceite de oliva. En cuanto a sus ingredientes, hay tantos rellenos como calzones, aunque la tradicional, el calzone pugliese, lleva tomate y mozzarella.
La tercera elaboración de la que hablaremos hoy es la focaccia. Es una especie de pan plano y grueso y, al igual que la pizza, tiene ingredientes en su parte superior. Se suele cubrir con hierbas, entre las que destacan el tomillo y el romero, y otra clase de aderezos como el aceite de oliva o la sal. Otros ingredientes que suelen coronar la focaccia son la cebolla, aceitunas negras, tomates y variedad de quesos y embutidos. Además, puede ser tanto dulce como salada. ¿En qué se diferencia de las preparaciones anteriores? Suele ser de forma rectangular, su grosor es superior a la masa de la pizza y se come como acompañamiento.
Para nosotros, la pizza sigue siendo el santo grial de la comida italiana, aunque siempre procuramos darle nuestro toque más personal: pizzas básicas, de tierra, con sabores al mar, mixtas, gourmet o mitad y mitad, en las que tú puedes escoger los ingredientes que más te apetezcan. No vacilamos al decir que nos sigue gustando más nuestra elaboración gallega y hecha desde el corazón de esta tradicional comida italiana. ¿A qué esperas para disfrutar de A Casa do Gato?